En una etapa de la vida la belleza se va y da paso a el lento caminar, a los huesos doloridos y a un sin fin de sensaciones que nunca habíamos tenido,pero en la mente y el alma quedan muchas vivencias,esencias de la pureza que llevamos dentro,nunca como ahora con 54 años me he sentido mas viva,con ganas de hacer cosas y con la convincente de que yo como nunca lo he sido.