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miércoles, 8 de junio de 2011


Aun necesito ser poeta de Maite Arenas

Aquellos años de mi adolescencia
rosa, cuando mi alma estaba llena
de deseos sin nombre, de  pensamientos
limpios, de esa esperanza sin límites
esa esperanza que es la más preciada joya
de la juventud, fue  cuando yo
me determinaba poeta, cuando
mi imaginación estaba llena de
de esas risueñas fabulas del mundo
¡cuantos días absorta en mis sueños
de niña dando rienda suelta a mis pensamientos
y forjando una de esas historias imposibles de cumplir
pero muy reales en mis sueños de poeta  y
adolescente a la vez.
Ahora todo es distinto tengo
a una persona al lado que me llena de felicidad
que me cuida como si fuera esa perla ,
que teme perder, es mi amigo, mi amante
mi pareja y esposo, con  el soy feliz,
pero la sombra de la muerte
me visito, se vistió  con su mejor traje
a mi alrededor todo se torno de un negro
cetrino, todo parece en silencio, nadie  habla
todo es susurro, todo triste y  la pena me embarga el alma
los ruidos de los coches se han callado
ya no canta el ruiseñor a la mañana
el viento, parece  que sopla con viento helado
y las lóbregas sombras de la noche, parecen
envolver mi vida y en mis ojos hay lágrimas
que no son de alegría, son de rabia, añoranza y despecho
que me voy a buscar otro mundo a buscarme de nuevo la vida
pero ya no tengo aquellas fuerzas de la adolescencia,
ya mis deseos tienen nombre y mis pensamientos no son tan limpios
y aquella esperanza ya tiene límites, pues poca esperanza me queda
aunque lo único que me queda es sentirme poeta aunque nunca alcance la meta
Mayte Arenas

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